María asegurando a Juanma
Nuestro objetivo eran dos vías de varios largos (una para cada cordada) un tanto 'apretonas' así es que decidimos, puesto que aquí podíamos, calentar primero en vías más cortas.
Alfredo por la izquierda y Juanma por la derecha en dos vías paralelas.
Consumimos la mañana en estas paredes y es que cuando estás ahi metido te apetece probarlas todas.
Alfredo superando un bonito diedro
Y se nos hizo hora de comer, cargamos con los bartulos y cambiamos de pared. Nos sentamos a comer bajo las vías que pretendíamos hacer y poco después pequeñas gotas de agua empezaron a caer. El sol estaba brillando, el cielo estaba raso, pero no tardaron en aparecer las nubes por encima de la pared. (ohhh!)
Pero llegó lo mejor: Una 'tomadilla' en el bar del pueblo planificando escaladas futuras junto a una buenísima e inmejorable compañía puso fin a este domingo de escalada en la Sarratella.
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